Capitulo 3. ¿Vamos?

Don Epidio continuó con la historia...

...Cientos de personas murieron esa noche en manos de aquellas almas en pena que salían de las sombras y que se acercaban y terminaban con el sufrimiento de la gente...
Se escuchaban gritos desde las afueras, suplicas de personas que no tenia culpa de aquello que les estaba pasando. De pronto de la casa salio una mujer, pálida, llena de gusanos que la rodeaban de arriba a abajo.. Con un niño en abrazos, hablando lengua extraña, nadie parecía entender que decía, siempre repetía lo mismo, cada vez con un tono mas elevado. Aquel pequeño ser parecía crecer por momentos, como si el tiempo corriera mas de lo normal sobre su cuerpo.
La poca gente que todavía estaba intentado huir de allí pudo comprobar como ese ser comía de los cuerpos ya sin vida de las víctimas de las criaturas que inundaban las calles...

+ Don Epidio. - Interrumpió Marcia.- ¿No cree usted que esto es un poco fuerte para los pequeños?
- Pero mamá.. Tampoco es para tanto. - Dijo Uriel desilusionado. - Abu continua, porfi.
+ ¿Me deja continuar?
- Como quiera...

...Después de pasados varios años, la casa fue derribada ya que nadie quería comprar aquella "casa del terror". En su lugar se construyo otra mas grande y vistosa que la anterior, el nuevo dueño del tan poco codiciado terreno era Endurad Master, quien desapareció por causas que aun se desconocen. La pregunta, es ¿quién querría comprar ese lugar?

+ Bueno esta es la historia, ¿qué os a parecido?
- Demasiado para unos niños diría yo... - Respondió Marcia con cierta bordearía.
+ Pues a nosotros nos ha gustado mucho ¿verdad Uriel?
- ¡Si! El abuelo siempre cuenta historias geniales.

El silencio se apodero de la sala y tras el ruidoso sonido del reloj que marcaba las doce de la noche todos se estremecieron de sus sitios.

+ Niños venga a la cama. - Dijo Marcia exaltada por la hora que era.
- Buenas noches..
+ Buenas noches..

Don Epidio dejo el libro sobre la mesa y se dirigió hacia el pasillo donde se situaba su pequeña habitación. Marcia se fue a la cocina y termino de recoger las cosas que después de la cena no había tenido tiempo de recoger...
Entrada ya la madrugada, solo se escuchaba el sonido de las pequeñas agujas de aquel reloj que se encontraba cercano a la chimenea, Runia no podía conciliar el sueño y se encaminó entre la oscuridad hacia la cocina para coger un vaso de agua. Al cruzar el salón para dirigirse hacia su destino, vio en la poca claridad que la luna daba  por la ventana el libro, en ese momento sintió la necesidad de cogerlo, una fuerza interior le llevaba hasta él. Al acercarse la ventana se abrió y una pequeña ráfaga de viento hizo pasar las hojas del libro justo hasta una pequeña aclaración del lugar.. Entre la poca visibilidad que había leyó: << Historia con hechos reales: Salberg, Francia >> Sorprendida la niña sintió la necesidad de ir a ese lugar y explorar...
Cerró la ventana y se fue directa a la cocina, bebió unos sorbos de agua y de nuevo se fue a dormir.

A la mañana siguiente, temprano todavía despertó a su hermano y le contó lo sucedido, quedaron en convencer a Marcia para ya que se acercaban las vacaciones de verano ir al lugar y tener tiempo de cotillear por los alrededores.
Los pequeños empezaron a escuchar como el alboroto empezaba a inundarlo todo, en ese momento supieron que la casa empezaba a tener la actividad de su madre por los pasillos y decidieron pasar al ataque. Empezar con el plan.

+ ¡¡Mamáááá!! - Gritaban los pequeños en busca de Marcia.
- Estoy aquí, en la cocina... ¿Qué haceis levantados a estas horas? Es muy temprano.
+ ¡Ya sabemos donde queremos ir de vacaciones este verano! - Dijeron a la par.
- A ver.. ¿Dónde queréis ir esta vez?
+ ¡A Salberg!
- ¿Salberg? ¿Eso no esta un poco lejos? - Respondió ella extrañada.
+ Si, ¿nos llevaras?
- Porfi, porfi... - Recalcó Uriel.
+ Lo hablare con el abuelo... Pero no os prometo nada.
- ¡Bieeeeeeeeen! - Gritaron dirigiéndose de nuevo a su habitación para vestirse.

La cara de la madre fue de sorpresa cuando vio que a los niños les hacía tanta ilusión ir a un lugar que ni ella conocía, no entendía nada de lo que sucedía...